¿Cómo reducir la dependencia del uso del automóvil y alentar el uso del transporte público?
Creado por: Lola Ferrin
Los factores internos relacionados con las actitudes y percepciones de los individuos juegan un papel esencial en la cantidad de vehículos privados que conducen y en la movilidad urbana, aseguran profesores de la Javeriana Cali y la Universidad Tecnológica de Bolívar en un artículo publicado recientemente en la revista ScienceDirect, reconocida por divulgar y promover publicaciones científico académicas. Los resultados de esta investigación fueron presentados en el XXII Congreso Panamericano de Logística y Transporte Guayaquil 2023.
Los investigadores Luis Fernando Macea, Luis Márquez y José Soto parten de que la comprensión de los aspectos afectivos y simbólicos de la conducción de automóviles privados es importante para formular políticas y estrategias de transporte adecuadas para reducir la dependencia del uso del automóvil y alentar a los conductores de automóviles privados a usar el transporte público. “Los esquemas de cobro por congestión hacen que los conductores paguen el costo social total de conducir, logran reducir la congestión, reducir la contaminación, hacen que las ciudades sean más atractivas para los peatones y ciclistas, y ayuda a mejorar la calidad de vida”, explican.
Sin embargo, señalan que los esquemas de cobro por congestión a menudo son difíciles de implementar y costosos de administrar. Como resultado, varias ciudades en todo el mundo han adoptado una variedad de esquemas de restricción de automóviles que también intentan reducir la contaminación del aire y la congestión, en lugar de establecer cargos por congestión.
Cali es la tercera ciudad más poblada de Colombia, con aproximadamente 2,2 millones de habitantes, de los cuales el 98,5% se encuentran en su zona urbana y el 1,5% en la periferia rural de la ciudad (DAPM, 2019a; DANE , 2018).
“Los efectos de las restricciones a la conducción a corto plazo son positivos, pero a medio y largo plazo hay consecuencias no deseadas. Sin embargo, al dar a los conductores de automóviles privados la opción de pagar un peaje para que sus automóviles estén exentos de la restricción, estos incentivos perversos podrían eliminarse”, explican los autores.
En ese sentido, los profesores se dieron a la tarea de analizar los impactos de los factores internos relacionados con las actitudes y percepciones de los individuos sobre el comportamiento de viaje de los usuarios de automóviles afectados por las políticas de restricción de automóviles en áreas urbanas. Para esto, diseñaron una encuesta de preferencia declarada realizada entre propietarios de automóviles en Cali, donde se aplica una política de Cobro por Restricción de Matrículas (LPRC) desde enero de 2017.
A través del modelo híbrido de elección discreta, demostraron que las variables latentes, como la sensación de independencia y mayor estatus social, influyen positivamente en la decisión de utilizar el automóvil para los desplazamientos diarios, impactando así en el reparto modal urbano. “La heterogeneidad captada a través de estas variables latentes nos permitió comprender más profundamente cómo los individuos lidian con la póliza de LPRC para viajar a su destino”.
En Cali están matriculados alrededor de 700.000 vehículos automotores, de los cuales el 64% son automóviles particulares y el 31% son motocicletas; el resto son autobuses, taxis y camiones.
Cabe recordar que la LPRC es una política de transición gradual hacia esquemas de precios más cercanos al óptimo social que permite el pago del permiso para conducir durante un período establecido de restricción vehicular con base en el último dígito de la placa del vehículo. Los investigadores explican que esta política se implementó por primera vez en Cali y Bogotá para recaudar fondos que permitieran subsidiar el sistema de transporte público y gestionar la demanda de automóviles privados.
“De acuerdo con su precio y horario, quienes habitualmente utilizan su automóvil para desplazarse a su destino preferirían seguir utilizando sus automóviles en lugar de cambiar a otros modos de transporte. En este sentido, algunos usuarios de automóviles estarían dispuestos a pagar el cargo por seguir usando su vehículo o cambiarían su horario de viaje. Otros preferirían comprar un segundo vehículo con una placa diferente (especialmente los de mayores ingresos). Bajo tales escenarios, los factores afectivos y simbólicos asociados con la conducción de automóviles privados juegan un papel esencial en el proceso de toma de decisiones de viaje y permiten la formulación de políticas personalizadas al obtener valoraciones de tiempo para diferentes categorías de usuarios”, aseguran los profesores.
Finalmente, señalan que este es el primer estudio que examina cómo “un sentimiento de tener el control”, “un sentimiento de independencia” y “un sentimiento de estatus social más alto” impactan la decisión de usar automóviles para los viajes diarios bajo la política de LPRC. “En este sentido, este artículo demuestra que la inclusión de dichos factores y sus interacciones en el análisis mejora significativamente la bondad de ajuste del modelo y explica mejor el comportamiento del usuario del automóvil ante cambios en sus características, como el costo, el número de días por semana y las horas por día. Además, estas tres variables latentes juegan un papel importante al capturar la heterogeneidad y proporcionar un poder predictivo mucho mejor”.
Noticias
Nuestros estudiantes y profesores protagonizan hechos que merecen ser contados. ¡Conoce sus historias!
Desde que era niña, Lina María Saavedra De La Cruz soñaba con crear espacios. Lo hacía sin saber aún que esa inquietud la llevaría a convertirse en una gestora cultural...
Estudiantes, egresados y profesores del programa de Biología participaron en el XII Congreso Colombiano de Botánica, que impulsó la investigación y fortaleció el vínculo...
En el contexto de las tendencias globales y las necesidades del mercado laboral, las profesiones del futuro se enfocan en campos clave como la tecnología, la...
La Pontificia Universidad Javeriana Cali posesionó a 6 nuevos directivos académicos, en ceremonias realizadas los días 6 y 9 de diciembre.