Una egresada javeriana es la coordinadora del Grupo de Protección Regional Valle del Icbf

Cuando se trata de niños, niñas y adolescentes es imperativo cumplir la ley. Eso muy bien lo sabe Claudia Milena Trujillo Ortega, coordinadora del Grupo de Protección de la Regional Valle del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Y ese conocimiento lo transmite a los funcionarios que trabajan con ella, pero también a los servidores públicos que atienden procesos de restablecimiento de los derechos de dicha población.

Como responsable de los 15 centros zonales del Icbf en el Valle del Cauca, esta psicóloga nacida en Popayán enfrenta “retos a diario”, porque cada caso es diferente y especial, porque cada niño que requiere protección del instituto lleva a cuestas una historia “con condiciones sociales y familiares que podrían parecerse a otras”, pero con dinámicas psicológicas y emocionales completamente únicas.  

Los casi 16 años que Trujillo lleva vinculada a esa entidad le han dado la oportunidad de desentrañar la realidad de distintas comunidades del país. Por allá, en el 2008, justo antes de iniciar sus estudios en la Especialización en Gerencia Social, fue nombrada en el Centro Zonal Macizo Colombiano de la Regional Cauca, “en poblaciones ubicadas al sur de ese departamento, a cuatro horas de Popayán”. Allí realizó trabajos con los habitantes de zonas lejanas, del campo; descubrió otras alternativas, identificó necesidades tanto de las familias como de los funcionarios que cumplen labores en estos territorios.

Más adelante, cuando en el 2010 la trasladan a la Regional Valle y le asignan el cargo de coordinadora del Centro Zonal en Yumbo, esa semilla siguió alimentándose con otras historias, otros casos, otras necesidades. Luego, el turno fue para el Centro Zonal de Cali en la Comuna 21, donde se presentan numerosas situaciones problemáticas que afectan a los niños, niñas y adolescentes de esa parte de la ciudad.  

Antes de ocupar cargos de coordinación, Claudia Milena hizo parte de los equipos interdisciplinarios del Icbf que se encargaban de las pruebas para definir situaciones jurídicas de los niños, niñas y adolescentes.

En el 2015 la nombran coordinadora del Grupo de Protección en la Regional Valle, donde se ocupa de promover el restablecimiento de derechos de los niños, niñas y adolescentes, y de velar por que se cumpla el debido proceso en las adopciones y en el sistema de responsabilidad penal para adolescentes.

“La gran tarea se resume en que podamos darle las bases necesarias a todos los Centros Zonales y a cada uno de los servidores públicos y contratistas que tienen que ver con el proceso de protección en sí”, explica la egresada javeriana.

Asegura que desde su cabeza está liderar que los servidores públicos del Valle del Cauca implementen las políticas y los planes que se generan a nivel regional y nacional, a través de los programas del instituto, las estrategias y todos los procedimientos relativos a la protección.

“El reto es diario es porque aquí trabajamos con personas, aquí trabajamos capital humano, y cualquier decisión buena o mala que tome ese servidor público va a impactar de manera directa en un niño, niña o adolescente”, asegura.

Un gerente social es fundamental en cada comunidad, en cada municipio, en cada departamento, en cada barrio.

Está convencida de que fue una decisión atinada especializarse en Gerencia Social en la Javeriana Cali, un programa que ha sido fundamental a la hora de ampliar su visión como profesional.

“Esos elementos de la Gerencia Social me permitieron liderar procesos. Me gusta mucho el trabajo con la comunidad, conocer de lleno las realidades de mi país, de mi departamento; saber qué es lo que necesitan los equipos en territorio y materializarlo a través de la coordinación en el Grupo de Protección. Esto ha sido muy valioso, para mí valió 100% la pena haber hecho la especialización, porque hoy estoy desde lo macro para poder coordinar mi territorio”, señala.

Dice que es necesario seguir apuntando al trabajo en la comunidad y al capital social pese a las dificultades que se presentan, como la elevada cifra de mujeres asesinadas durante la emergencia de salud pública: 630 a nivel nacional en lo corrido del año. Es por esto que hace un llamado para que las féminas se empoderen, pues son un “capital humano que está ahí para ofrecer muchísimas cosas”.

“Cuando digo ‘apuntémosle a la gerencia social’, es desde el territorio, tomar todas las variables, y apoyarnos en la formación de la academia porque es así como podemos cualificar todo este material para que eso redunde en los procesos sociales, pues vamos a tener mayor éxito. Si nosotros nos unimos y podemos tener un tratamiento diferente a estas problemáticas sociales, creo que es garantía de que este país puede salir adelante”, puntualiza.